domingo, 13 de abril de 2008

tu musiquita

Tu musiquita entró por mi orejita

Gitano, me muero.

Callecita de Oriente no te conozco. Pero te siento palpitar en mi sueño blanco. Estábamos en un bosque que era un paraíso. Me sonreías. Tomabas mi mano. Y después me despierto.

Cuando dijiste eso curaste mi sangre herida. Sé que lo decís para soñar y que te sueñe. Porque tu lengua vive de palabras de amor. Ahora recuerdo tu mano inquieta despertando al domingo.

El tiempo palpita en la taza de té que humea en mi nariz. La calle palpita bajo las ruedas de los autos que frenan y arrancan.

Es la rebelión de mi escritura que no me deja dormir. Es la forma en que las palabras estallan en el papel y hacen caos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

CONTRADICCIÓN

Ver, sentir, oír, caer, desvanecer. Tocarte como si fueras única, como una gota que cae y se desarma en la inesperada ocasión del naufragio. Mente perturbada de ruidos sordos e inmunes que galopan sobre ideas que nunca saldrán de su ocaso vivo. Tenerte es cuestión de despecho, de un grito de ahogo inalterable. La costumbre, esa maldita costumbre de poseerte sin decirte porqué me voy. El derecho mío inmóvil de circunstancia raja la médula del recuerdo, fálica evocación invisible que presento ante tu mirada tal vez atónica de sufrimiento.

………..y en el suelo respiro la asfixia del derrumbe. Ya no está.

Unknown dijo...

Tu musiquita me encantó. Me sono como esas pequeñas historias de las abuelas.
Luis

Anónimo dijo...

Tu musiquita me encantó. Me sono como esas pequeñas historias de las abuelas.
Luis