martes, 4 de mayo de 2010

Enero

Me cuesta mucho decirte adiós. Pensé que el enojo iba a ayudarme con esto. Que la distancia podía llevarme a nuevos caminos, y así seguir adelante. Pensé que estabas escrito en lápiz, como en mi cuaderno de primer grado, y que con solo pasar la goma te borrarías. Pensé que dando vuelta la página me liberaba del dolor de amarte tanto, de haberte amado tanto. Tanto que podría perdonarte lo que sea. Sentir que todo lo podes, sentir que siempre me tuviste.


No sabes como me duele tratar de dejarte ir, no sabes como me duele esta despedida.

Alguien pregunta por vos como al pasar y todo vuelve, las hojas de este cuaderno se llagan con tu nombre y tus cosas, se llena de las cenizas de nosotros. Todo gira en el recuerdo y parece vivo.

Yo había soñado un universo donde estábamos juntos y eso es hermoso. Pero ahora ese mundo se deshace, malos hilos para tejer un sueño luminoso.

Mi tristeza es enorme ahora que no estas, pero debo seguir adelante de alguna forma, volver al mundo para transformarlo, sin vos no es lo mismo, nada será igual. Menos brillante, pero debo poder seguir sin vos.

Te quiero, te extraño, te dejo.

Pos data:
Lo peor de este amor que no fue, son los poemas sin destino, que nunca vas a recibir, que no te puedo enviar, porque decidiste y entonces decidí que esas compuertas se mantengan cerradas.

Digamos

Digamos que no pudimos ninguno de los dos. Digamos que lo hemos intentado a nuestra manera. Pero las ilusiones crean máscaras de perpetuidad mientras la carne se sala por dentro.

Digamos que eran buenas intenciones, si, digámoslo. Pero sucedía que yo te regalaba un pulóver en pleno verano, una ridiculez que daba risa y también ternura. Pero una ridiculez al fin. O vos me traías chocolates en plena dieta de recuperación de hígado. Y así resultaban las cosas entre nosotros, fuera de temporada.

Digamos que no hemos podido coincidir. Que el tiempo, tan cruel siempre nos jugó en contra. Estamos libres de culpa y cargo, en este amor, tan desafortunado.

ACEPTAR

Aceptar que perdí la lucha cuando era piedra

y la gané como agua
aunque perdía
algo se formó óseo
un “para siempre” doloroso
un caracol de antaño

Me resisto a ser carne de memorias
eternidad, recuerdo continuo
dogma- estatua- inmolación

Pero construiste en mí un
universo
que vino para
quedarse,
que me
separa de todo,
que me
deja llena de ardores
sin saciar,
muerta de
amor,
asesinada por vos
esclavitud,
locura.