que se destintan
de mi boca de poligrafa
piel de papel
para grabarme
tu nombre
en todas las versiones
tinta azul
-¿escuchaste?
azul de mar
de un viejo cuaderno
(1999)
(1999)
El monstruo que tengo que matar cada día es el realismo. El monstruo que me ataca todos los días es la destrucción. De estos duelos vino una transformación. Debo convertir la destrucción en creación una y otra vez (del diario II de Anäis Nin)
1 comentario:
Hermoso, me encantó.
Publicar un comentario