Furioso como la turbia montaña
hambriento como el martillo en la vertiente
creyente como el rojo
Voy caminando un abismo
para aprender algo de mí
lejos de casa el tiempo
es húmedo y frenético
lo que brilla atrae al caminante
y también lo expulsa del camino
Infranqueable la línea del iris
empecinada la sangre que me arrastra
los carteles de imposible
me lanzan por la barranca
¿quiénes avanzan sin temblor?
confiesen
es necesario agotar razones
y volver a empezarlas.
Perdido pero no encontrado
mis ojos se deshacen en las próximas horas
¿qué importa si el tiempo va hacia adelante
o hacia atrás?
nos engaña el conteo
Cuida gente y no se cuida
ida y vuelta para el escape
se apoya en reglas invisibles
mientras el tiempo dibuja cicatrices
que se esconden entre sonrisas
¿en qué creer ahora?
¿en la casa?
¿en la infancia?
¿en el viento que sopla y limpia?
este final se construye en la boca del pasado
Pero la pregunta no se responde
vos ¿Por qué seguís?
silencio
amargo
que sube por las piernas
que sube por las piernas
La arena cae por la agujilla
los días contados para la mujer que vive hoy
ningún desfile atrae la melancolía del fondo
resulta tan fácil abandonarse al universo
Indefección, ya no de niña
cierta esterilidad que carcome los dedos
y mata cualquier germen de sueño
Quería moldear el infinito
arcilla amable de deseos
y el mundo me da formas
con brutales golpes de martillo
La desproporción es gigante
el hambre imposible de saciar
el hígado de Prometeo
masticado hasta el infinito
¿por qué estás aquí?
¿por qué estoy aquí?
silencio
silencio
silencio
Todas las cosas me acercan
y me alejan
la fragilidad de ellos
tu fragilidad
mi caos
Hilos parten del vórtice
tiran adentro
fuerza centrípeta
la unidad dura se parte
falsas uniones en cuerpos plásticos
las costuras ceden
y fluyen los líquidos
olvidados y vitales
lentamente imperceptibles
con furia de hormigas
decididos
no pienso detener este trabajo que arrasa
Las cuerdas en la piedra
marcan el ritmo de esta fragua
mi mundo de lava
vuelve y
promete quemarlo todo
y desde el fondo de la escena
él dirige
(pases de magia)
con telas y gestos
mi revolución
Avasallando todas mis resistencia
con la suavidad de un gusano
que insinúa la seda
El abre metales y me libera
pone bombas en el desayuno
en el rayo del sol que amanece
en la tarde ciega
que cede al ensueño
en la noche ganzúa que intenta asesinarme
El, ángel guerrero
herido de mil muertes
me rescata
cuando ya no veo nada
y mis ojos casi renuncian
y toda yo, abatida
débil, traicionada por mí, espero morir
Y llega a inyectarme
lo que los verdugos no pueden alterar
su esperma de pájaros dorados
va a resucitarme el alma yerma
magenta en la rosa seca
¿qué crecerá de este engendro de libertad?
Dicen que soy apropiada
para las cosas que me alejan del punto
¿Cuántos jueces más necesito?
¿Cuánta más cárcel?
¿Cuánta más ausencia de mí?
No hay comentarios:
Publicar un comentario