arde mi boca cuando hablo
esta muda danza
transporta valijas de trueno
fin de mi estadìa de muñequita
la casa
desrosada
arrumbada
olvidada
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El monstruo que tengo que matar cada día es el realismo. El monstruo que me ataca todos los días es la destrucción. De estos duelos vino una transformación. Debo convertir la destrucción en creación una y otra vez (del diario II de Anäis Nin)
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