la delicia
la turbaciòn
el miedo
eras oscura y
enormemente triste
gracias te seràn dadas
ojos mìos
la turbaciòn
el miedo
eras oscura y
enormemente triste
gracias te seràn dadas
ojos mìos
El monstruo que tengo que matar cada día es el realismo. El monstruo que me ataca todos los días es la destrucción. De estos duelos vino una transformación. Debo convertir la destrucción en creación una y otra vez (del diario II de Anäis Nin)
No hay comentarios:
Publicar un comentario