significa estar
adentro. Caminar, respirar, ver,
escuchar, los demás,
no significa estar afuera.
El dentrofuera es un temblor tardío
y esta ahí:
en una lejanía
que mece co
palabras que vencieron al fuego.
En Mundar de Juan Gelman
El monstruo que tengo que matar cada día es el realismo. El monstruo que me ataca todos los días es la destrucción. De estos duelos vino una transformación. Debo convertir la destrucción en creación una y otra vez (del diario II de Anäis Nin)
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