Donde dolía, arde; y donde ardía, pica.
Así es la secuencia de la herida.
La elevación, el roce, el lugar del otro en la piel. El cuerpo extraño colisionando en territorio mío.
¿Es eso respirar? ¿Invadir y ser invadido?
Algo del mundo de las cosas es impredecible.
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